decidiste parar la lluvia
salir a rodar por las calles de esa alegría
improvisando una historia
que fue mejor que escribir

catorce esquinas de certeza dos de incógnita y lo demás

unos ojos que encendieron la luz
y rieron locamente en silencio
silencios que pidieron a gritos
certezas
que cubrió la imaginación

aire viciado clandestino
fortaleza que rodeaba el encuentro más claro
voces nerviosas
apuradas
despiertas
decían más de
lo que decían

cíclopes que tocaron tu boca
en mi pensamiento
estallando en cuerpos sin límite sin cuerpos

una bicicleta flotó ese día por la ciudad
sin importarle el frío, la mañana